Sobre el asesinato de Ana Fabricia Córdoba Cabrera

Ésta semana fue asesinada en Medellín (Colombia) una prima de la ex senadora Piedad Córdoba. Se trataba de una activista social, representante de los habitantes del barrio La Cruz y de la población desplazada que se asentó en esa zona del extremo nororiental de Medellín, la señora Córdoba Cabrera había perdido de forma violenta a su esposo, varios de sus hijos y hermanos y desde el 2001 había sido desplazada de la región de Urabá. En el 2008, fue la organizadora de la organización “Líderes Adelante por un Tejido Humano de Paz” –Latepaz-, que acompaña a víctimas del conflicto armado y, era una reconocida integrante de la Ruta Pacífica de las Mujeres.
Los tres hijos de la colombiana Ana Fabricia Córdoba, líder de desplazados por el conflicto armado y prima de la exsenadora Piedad Córdoba que fue asesinada el martes en Medellín, fueron amenazados de muerte, según denunciaron la familia de la víctima.
El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos, programa conjunto de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), en un comunicado describe los hechos:

"Según las informaciones recibidas, el 7 de junio de 2011, un hombre desconocido disparó a la Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera en la cabeza con un arma de fuego con silenciador, cuando ambos se encontraban a bordo de un autobús en la ruta Santa Cruz. Después de disparar, el hombre bajó del autobús y emprendió la fuga.

La Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera vivía en la ciudad de Medellín como desplazada desde hace casi diez años, denunciando los asesinatos cometidos por grupos paramilitares, de los que fueron víctimas varios de sus familiares en la región del Urabá. Igualmente, la Sra. Córdoba Cabrera denunciaba el proceso de paramilitarización en diversos barrios de la ciudad de Medellín, entre ellos, La Cruz y La Honda. Las denuncias de la Sra. Córdoba Cabrera insistían en señalar a diferentes miembros de la policía que brindaban apoyo a la estructura paramilitar en la zona, además de cometer actos de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes contra jóvenes de los barrios de Medellín. Además, la Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera hacía parte de diferentes procesos organizativos de personas desplazadas y de mujeres en el barrio La Cruz.

A raíz de sus actividades como defensora de derechos humanos, la Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera había sido objeto de un montaje judicial en 2004, así como de persecuciones y amenazas en repetidas ocasiones. Los actos de hostigamiento en su contra habían sido denunciados ante diversos organismos de la ciudad de Medellín y ante la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sub-oficina Medellín. Sin embargo, la Sra. Córdoba Cabrera no contaba con medidas de protección.

El Observatorio condena rotundamente el asesinato de la Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera, y teme que éste haya sido motivado por sus actividades de defensa de los derechos humanos. Asimismo, el Observatorio vuelve a manifestar su absoluto rechazo e indignación frente a las continuas amenazas y ataques contra los defensores de derechos humanos en Colombia. El Observatorio subraya en este contexto que el 2 de junio de 2011, la Sra. Ingrid Vergara, Secretaria Técnica del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes del Estado (MOVICE) capítulo Sucre, y la Sra. Adriana Porra, integrante de la red de líderes y lideresas en Sucre, recibieron otro mensaje de amenazas, y que el mismo día, un grupo armado denominado «Los rastrojos comandos urbanos» difundió un mensaje a varias organizaciones colombianas de defensa de derechos humanos, en lo que decían: «Reiteramos que no nos hacemos responsables por lo que les pueda pasar a los líderes de estas organizaciones, sus directivas, y sus colaboradores ya que empezaremos a exterminar a cada uno de ellos sin piedad no permitiremos que dañen la política de nuestro presidente la ley de víctimas será nuestro eje central de defensa y todo aquel que se interponga será declarado objetivo militar por más protegidos que se encuentren»."

Curioso grupo que primero dicen que no se hacen responsables de lo que le pueda pasar a aquellos líderes de organizaciones populares, pero que amenaza con exterminarlos si se oponen a la políticas que lleva adelante el presidente Santos.

Mientras tanto, un jefe policial, el General Yesid Vásquez salió a aclarar que la policía colombiana no fue la que mató a la dirigente, porque no es una función de su fuerza y porque él no habría permitido ese asesinato.



Ésta es la Colombia cuyos gobernantes llaman "terroristas" a los combatientes de las FARC-EP y del ELN.