La lógica de los colectiveros

Abel (un laburante que no cuenta con vehículo propio) cada vez que quiere trasladarse de un lugar a otro, lo debe hacer mediante una unidad de transporte colectivo. Pero hay algo que no entiende muy bien. Siempre toma el bondi desde la misma parada. En el mapa se detalla el recorrido que hace (la línea roja). Si Abel pide ir hasta la Estación Ramos Mejía, el colectivero le expende un boleto cuyo valor es de $1,50 Si Abel quiere ir hasta la Estación Ciudadela, el amable colectivero le dice que debe abonar $1,75, pero si por casualidad Abel decide trasladarse hasta la Estación Liniers, por el sólo hecho de haber cruzado la General Paz, el costo del pasaje se le reduce a $1,25 y Abel salta de alegría.
Pero lo que no logra entender Abel, es por qué a un mayor viaje (San Justo-Liniers) el boleto le cuesta menos.





Misterios como éste, hacen que Abel dude de la lógica y del buen juicio de las empresas de transportes.